Tengo que contar esto con demasiada precisión. Estoy feliz en exceso, tengo una sonrisa gigante en mi rostro y la verdad no se va a borrar en mucho tiempo. Por fin vinieron. El sueño de verlos se hizo realidad.
Me escapé temprano del trabajo y llegué a las 2:00pm al Palacio de los Deportes. Por suerte, mi hermano estaba haciendo fila desde las 5:00am y quedé de primeritas. Cuando abrieron las puertas, mis papás ya estaban haciendo fila en VIP, porque ese documento mágico de mi papi (así le digo siempre) le dio acceso casi hasta los camerinos, pero nada qué hacer, sólo a él. En fin, después de una minuciosa requisa en la que la nena casi me hace hasta quitar la camiseta, me he pegado la carrera más rápida que recuerdo en los últimos meses y quedé justo en frente del escenario. Aunque no se pudo entrar cámara, conocí a un personaje que tenía una y prometió pasarme las fotos.
El concierto lo abrió Pornomotora, una banda que no conozco y cuyo bajista me impresionó bastante. Es más, cuando todo se acabó, me lo encontré en la salida, lo felicité y nos quedamos hablando un ratito. Bueno, después de los teloneros, comenzó el nerviosismo, la espera, la admiración por el trabajo de esa nena que tenía el privilegio de tocar y probar las guitarras de Brian, del viejito que tenía esa camiseta tan chévere y se encargaba de los bajos de Stefan y las del encargado de semejante belleza de batería. Mientras preparaban el sonido, toda esa ansiedad creciendo y una espera bien larga.
Apareció Steve, levantó sus baquetas y se sentó en la batería. Salió Stefan, Brian y nosotros con el corazón a mil. Comenzaron con Infra-red y el derroche de sensaciones fue sublime. Estaba en suspenso, con la emoción brotando por cada poro, dichosa de tenerlos al fin tan cerquita y bueno, mandándoles besos cual niña de diez años. Stefan se acercó y brincó sobre la tarima auxiliar en donde estaba el amplificador central y soltó una de esas melodías preciosas que tanto me hacen estremecer. Nos miró por un momento y se sonrió. Es más, hasta creí que me había visto a mí, pero era demasiado pedir. Para mí, era casi suficiente la atención. Nos mandó el cigarrillo que tenía en la boca y bueno, casi nos comen por quitárnoslo. Siguió Brian un poco más precavido, sin saltar aún, pero también nos regaló una de esas miradas que se admiran todo el tiempo.
Sin embargo, más adelante, Stefan se desapareció un momentito del escenario y bajó. No se imaginan la sensación de ver a esa divinidad del bajo paseándose por el corredor. Se detuvo un momento frente a mí, y no pude verlo porque la cabezota de uno de los de seguridad lo impidió. Así que Stefan siguió hasta el extremo izquierdo del escenario y yo rogaba que se devolviera. Cuando lo hizo, ya no quedó la cabezota, se detuvo justo en frente de mí y siguió con su misión. Le mandé un besito con la mano como si fuera una princesita en desfile y esta belleza de hombre me dio la suya... a mí! casi me muero, le alcancé a halar un anillo que tenía cuando lo retiraron los del frente y él ahí... estaba mirándome fijamente, con una sonrisota, extendiéndome su mano y la gente alrededor estirando las suyas para alcanzarlo. Fue magnánimo. Después le dí un besito a la palma de mi mano derecha y a que no adivinan qué hizo este hombre... viendo el extraño gesto, en medio de la histeria de la gente, por encima de los tipos de seguridad, con el riesgo de que le hicieran de todo... se acercó tan rápido que casi ni lo noto, me plantó un inmenso beso en la boquita y me quedé sin respiración. Fue cosa de segundos, pero no sé todavía porqué no me morí de una.
Volvió a su puesto y yo enloquecida de la emoción de que una cosa semejante me hubiera pasado. Terminó la canción, nos arrojó su pluma (que conservamos nosotros) y siguieron con esa atmósfera tan del carajo que invade todo a su alrededor. Le cantamos el happy birthday a Steven, aunque la gente no lo hizo en español, como Stefan quería.
Cuando Brian subió a la tarima (esta vez el brinconcito fue delicado pero certero) y finalizó The Bitter End con esa distorsión tan magistralmente realizada, se para frente a nosotros (sobre la tarima), nos mira, se sonríe con esa malicia celestial, recibiendo otro de los besitos al aire, grita "a gift" y me manda la guitarra.
Fue del putas. No suelo decir esas cosas, pero fue increíble. Mi hermano y yo nos aferramos al aparato hasta que los tipos de seguridad tuvieron que casi arrancarla de nuestras manos. Como premio de consolación, nos mandaron la pluma de Brian y he quedado con otra sonrisa enorme por eso.
Se tomaron un break super corto, volvieron con tres canciones y se despidieron en medio de esa alegría de lo visto y ese deseo incontenible de aquello que se quiere volver a ver. Brian se puso la bandera de Colombia, hicieron una venia y se fueron dejándonos llenos de cosas maravillosas.
Otra cosa que obtuvimos, fue el set-list de Brian, que hasta tiene unas huellas de él y es ése el que transcribo aquí:
Bogota, 22nd March
INFRA RED
MEDS
BECAUSE
DRAG
SOULMATES
I KNOW
SONG 2 SAY GOODBYE
COPS
EVERY U EVERY ME
SPECIAL NEEDS
ONE OF A KIND
WITHOUT YOU
BIONIC
SPECIAL K
BITTER END
RUNNING
TASTE IN MEN
20 YEARS
Lista de cosas que quedan:
- Bocanada del cigarrillo de Stefan
- Apretón de manos y un besito dados ambos por Stefan
- Sonrisa de Brian, después de ver el besito
- Pluma de Stefan
- Guitarra de Brian, que no se pudo conservar
- Pluma de Brian
- Unos ojos azules dándome un regalo... suena pretencioso, pero qué le vamos a hacer si así fue
- Set-list de Brian
- El mejor día de toda mi vida
Notas aparte:
- Dejo algunas de las fotos que tomamos con el celular aquí, las otras las pongo en mi space.
- Te vi a lo lejos Squirrel Seb, justo antes de que hicieran la requisa. Si hubiera estado completamente segura de que eras tú, te habría dejado colar. Y también se extrañó a Piter.
- Y me faltó Centrefolds. La nena pidiendo más.
- No será la primera vez que vengan.
- Mi primer besito con un famoso.
- Stefan se hizo un solo increíble, súper fuerte, súper apasionado, espectacular.
- Ahora puedo morir en paz.
Me escapé temprano del trabajo y llegué a las 2:00pm al Palacio de los Deportes. Por suerte, mi hermano estaba haciendo fila desde las 5:00am y quedé de primeritas. Cuando abrieron las puertas, mis papás ya estaban haciendo fila en VIP, porque ese documento mágico de mi papi (así le digo siempre) le dio acceso casi hasta los camerinos, pero nada qué hacer, sólo a él. En fin, después de una minuciosa requisa en la que la nena casi me hace hasta quitar la camiseta, me he pegado la carrera más rápida que recuerdo en los últimos meses y quedé justo en frente del escenario. Aunque no se pudo entrar cámara, conocí a un personaje que tenía una y prometió pasarme las fotos.
El concierto lo abrió Pornomotora, una banda que no conozco y cuyo bajista me impresionó bastante. Es más, cuando todo se acabó, me lo encontré en la salida, lo felicité y nos quedamos hablando un ratito. Bueno, después de los teloneros, comenzó el nerviosismo, la espera, la admiración por el trabajo de esa nena que tenía el privilegio de tocar y probar las guitarras de Brian, del viejito que tenía esa camiseta tan chévere y se encargaba de los bajos de Stefan y las del encargado de semejante belleza de batería. Mientras preparaban el sonido, toda esa ansiedad creciendo y una espera bien larga.
Apareció Steve, levantó sus baquetas y se sentó en la batería. Salió Stefan, Brian y nosotros con el corazón a mil. Comenzaron con Infra-red y el derroche de sensaciones fue sublime. Estaba en suspenso, con la emoción brotando por cada poro, dichosa de tenerlos al fin tan cerquita y bueno, mandándoles besos cual niña de diez años. Stefan se acercó y brincó sobre la tarima auxiliar en donde estaba el amplificador central y soltó una de esas melodías preciosas que tanto me hacen estremecer. Nos miró por un momento y se sonrió. Es más, hasta creí que me había visto a mí, pero era demasiado pedir. Para mí, era casi suficiente la atención. Nos mandó el cigarrillo que tenía en la boca y bueno, casi nos comen por quitárnoslo. Siguió Brian un poco más precavido, sin saltar aún, pero también nos regaló una de esas miradas que se admiran todo el tiempo.
Sin embargo, más adelante, Stefan se desapareció un momentito del escenario y bajó. No se imaginan la sensación de ver a esa divinidad del bajo paseándose por el corredor. Se detuvo un momento frente a mí, y no pude verlo porque la cabezota de uno de los de seguridad lo impidió. Así que Stefan siguió hasta el extremo izquierdo del escenario y yo rogaba que se devolviera. Cuando lo hizo, ya no quedó la cabezota, se detuvo justo en frente de mí y siguió con su misión. Le mandé un besito con la mano como si fuera una princesita en desfile y esta belleza de hombre me dio la suya... a mí! casi me muero, le alcancé a halar un anillo que tenía cuando lo retiraron los del frente y él ahí... estaba mirándome fijamente, con una sonrisota, extendiéndome su mano y la gente alrededor estirando las suyas para alcanzarlo. Fue magnánimo. Después le dí un besito a la palma de mi mano derecha y a que no adivinan qué hizo este hombre... viendo el extraño gesto, en medio de la histeria de la gente, por encima de los tipos de seguridad, con el riesgo de que le hicieran de todo... se acercó tan rápido que casi ni lo noto, me plantó un inmenso beso en la boquita y me quedé sin respiración. Fue cosa de segundos, pero no sé todavía porqué no me morí de una.
Volvió a su puesto y yo enloquecida de la emoción de que una cosa semejante me hubiera pasado. Terminó la canción, nos arrojó su pluma (que conservamos nosotros) y siguieron con esa atmósfera tan del carajo que invade todo a su alrededor. Le cantamos el happy birthday a Steven, aunque la gente no lo hizo en español, como Stefan quería.
Cuando Brian subió a la tarima (esta vez el brinconcito fue delicado pero certero) y finalizó The Bitter End con esa distorsión tan magistralmente realizada, se para frente a nosotros (sobre la tarima), nos mira, se sonríe con esa malicia celestial, recibiendo otro de los besitos al aire, grita "a gift" y me manda la guitarra.
Fue del putas. No suelo decir esas cosas, pero fue increíble. Mi hermano y yo nos aferramos al aparato hasta que los tipos de seguridad tuvieron que casi arrancarla de nuestras manos. Como premio de consolación, nos mandaron la pluma de Brian y he quedado con otra sonrisa enorme por eso.
Se tomaron un break super corto, volvieron con tres canciones y se despidieron en medio de esa alegría de lo visto y ese deseo incontenible de aquello que se quiere volver a ver. Brian se puso la bandera de Colombia, hicieron una venia y se fueron dejándonos llenos de cosas maravillosas.
Otra cosa que obtuvimos, fue el set-list de Brian, que hasta tiene unas huellas de él y es ése el que transcribo aquí:
Bogota, 22nd March
INFRA RED
MEDS
BECAUSE
DRAG
SOULMATES
I KNOW
SONG 2 SAY GOODBYE
COPS
EVERY U EVERY ME
SPECIAL NEEDS
ONE OF A KIND
WITHOUT YOU
BIONIC
SPECIAL K
BITTER END
RUNNING
TASTE IN MEN
20 YEARS
Lista de cosas que quedan:
- Bocanada del cigarrillo de Stefan
- Apretón de manos y un besito dados ambos por Stefan
- Sonrisa de Brian, después de ver el besito
- Pluma de Stefan
- Guitarra de Brian, que no se pudo conservar
- Pluma de Brian
- Unos ojos azules dándome un regalo... suena pretencioso, pero qué le vamos a hacer si así fue
- Set-list de Brian
- El mejor día de toda mi vida
Notas aparte:
- Dejo algunas de las fotos que tomamos con el celular aquí, las otras las pongo en mi space.
- Te vi a lo lejos Squirrel Seb, justo antes de que hicieran la requisa. Si hubiera estado completamente segura de que eras tú, te habría dejado colar. Y también se extrañó a Piter.
- Y me faltó Centrefolds. La nena pidiendo más.
- No será la primera vez que vengan.
- Mi primer besito con un famoso.
- Stefan se hizo un solo increíble, súper fuerte, súper apasionado, espectacular.
- Ahora puedo morir en paz.
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