Hoy estoy muy, muy confundida. También cansada, pero no tanto. Decido hacer algo y no resulta como quiero que salga. Entonces creo que es porque existe alguna razón que no he considerado. Me pongo en la tarea de considerar las posibles soluciones y encuentro que el origen del problema es precisamente aquello que he considerado sería el final. Así que me veo en medio de un círculo, tratando de encontrar el inicio del trazo y descubriéndome bastante sorprendida por no haberlo visto desde este ángulo antes. No tengo experiencia alguna en el asunto y la falta de conocimiento no excusa mi actuar. Percibo que estás molesto, aunque como estoy tan confundida quizá ni siquiera pueda percibir.
Alguien me dijo en estos días que debía aprender a disfrutar el amor que lastima. Sé que estamos haciendo daño sin quererlo y también sé que no tengo forma de comprobarte que es amor verdadero. Quisiera hacerlo. A lo mejor crees que es un serio capricho. Quiero que sepas que no, no lo es. Es algo que no había enfrentado antes. Me confunde, me hiere, me da vida, me hace sentir temor y a la vez me hace bien. Claro, no todo el tiempo. Es como si pudieras controlar las dosis de sonrisas que nacen desde adentro de mí. Controlarlas con una palabra. Debes tener propiedades magníficas en tu ser para lograr hacer algo así. No hablo de lo especial que resultas, pero francamente estoy absorta en tu imagen de hace tiempo, atrapada en la dimensión de un encanto que una despedida no quebró. Me cuesta mucho explicarlo. No sé si lo entiendas ahora y no estoy ya tan segura de querer aclararte el asunto.
Siento que en el fondo he hecho grandes cosas para acercarme a ti sin máscaras y me encuentro en una gran encrucijada. Tal vez quieras ayudarme y en este momento me importaría mucho que lo hicieras. Se extinguen las ganas de entregar el corazón con marcada lentitud. Siguen ahí. Apareciste ayer en mis sueños, como en las más oscuras noches anteriores, trayendo contigo una escena repetida y llena de belleza. No pongas en duda la honestidad de mis palabras, eres más importante para mí de lo que has decidido creer. Se suele pensar que cuando sientes algo grande por alguien, es mejor ocultar el sentimiento y no estoy de acuerdo. En mi rebeldía no quiero hacerlo. Al fin y al cabo, sabes que soy una mujer extraña.
Me niego a permitir que te lleves el razonamiento errado de una efímera ideología. Me niego a que cierres tu herido corazón a una nueva oportunidad. Me niego a que la oportunidad permanezca tiesa, a que en la duda de la lejanía no halles una respuesta. Yo quiero decírtelo teniéndote frente a mí. Yo quiero que me mires a los ojos mientras te dejo saber qué queda dentro de mi alma. Yo quiero mostrarte que por encima de todo, deseo tenerte cerca de mí. Quiero que doblegues el hechizo de mi mirada y te apoderes de su verdad. Tu encanto, esquivo amigo, no está huyendo de mí. Eso he comprendido. Sólo me queda esperarte.
Alguien me dijo en estos días que debía aprender a disfrutar el amor que lastima. Sé que estamos haciendo daño sin quererlo y también sé que no tengo forma de comprobarte que es amor verdadero. Quisiera hacerlo. A lo mejor crees que es un serio capricho. Quiero que sepas que no, no lo es. Es algo que no había enfrentado antes. Me confunde, me hiere, me da vida, me hace sentir temor y a la vez me hace bien. Claro, no todo el tiempo. Es como si pudieras controlar las dosis de sonrisas que nacen desde adentro de mí. Controlarlas con una palabra. Debes tener propiedades magníficas en tu ser para lograr hacer algo así. No hablo de lo especial que resultas, pero francamente estoy absorta en tu imagen de hace tiempo, atrapada en la dimensión de un encanto que una despedida no quebró. Me cuesta mucho explicarlo. No sé si lo entiendas ahora y no estoy ya tan segura de querer aclararte el asunto.
Siento que en el fondo he hecho grandes cosas para acercarme a ti sin máscaras y me encuentro en una gran encrucijada. Tal vez quieras ayudarme y en este momento me importaría mucho que lo hicieras. Se extinguen las ganas de entregar el corazón con marcada lentitud. Siguen ahí. Apareciste ayer en mis sueños, como en las más oscuras noches anteriores, trayendo contigo una escena repetida y llena de belleza. No pongas en duda la honestidad de mis palabras, eres más importante para mí de lo que has decidido creer. Se suele pensar que cuando sientes algo grande por alguien, es mejor ocultar el sentimiento y no estoy de acuerdo. En mi rebeldía no quiero hacerlo. Al fin y al cabo, sabes que soy una mujer extraña.
Me niego a permitir que te lleves el razonamiento errado de una efímera ideología. Me niego a que cierres tu herido corazón a una nueva oportunidad. Me niego a que la oportunidad permanezca tiesa, a que en la duda de la lejanía no halles una respuesta. Yo quiero decírtelo teniéndote frente a mí. Yo quiero que me mires a los ojos mientras te dejo saber qué queda dentro de mi alma. Yo quiero mostrarte que por encima de todo, deseo tenerte cerca de mí. Quiero que doblegues el hechizo de mi mirada y te apoderes de su verdad. Tu encanto, esquivo amigo, no está huyendo de mí. Eso he comprendido. Sólo me queda esperarte.
(Acompañamiento:
Muse - Can't take my eyes off you)
Muse - Can't take my eyes off you)