Friday, March 02, 2007

Bizarre

Piter me ha puesto una tarea bastante particular. Es uno de esos trabajos que cuesta un poco, pero bien vale la pena hacerlo. Aunque a decir verdad, en este caso me encantaría hacer lo contrario.

Regla. (Con un ligero cambio de redacción) Pon tus bandas favoritas y seguidamente indica cuál es el disco que menos te gusta (no creo que exista un disco peor... ¿a quién se le ocurrió llamarlo así?) dando una breve explicación de tu elección.

Silverchair: Frogstomp. Es una banda que me cuesta mucho poner aquí, me gusta demasiado. No es que el Frogstomp sea un mal disco, porque no lo creo así. Lo pongo aquí porque es el que menos me agrada, o mejor aún, el que menos me tomo el tiempo de escuchar. Excepto shade, suicidal dream, pure massacre y stoned, las canciones de este álbum me colocan en un vaivén algo aburrido. Yo creo que la música que disfrutas y produce sensaciones en ti, es la música que marca un trazo en tu vida, la que de verdad te conecta con todo. El resto de canciones en este álbum, no lo hacen así conmigo.

Aerosmith: Just push play. Fue la primera banda de rock que escuché en toda mi vida. Y recuerdo la canción Angel como si hubiera sido una puerta a un mundo al cual me entregué y en el cual sigo estando. Sin embargo, con todas esas lindas cosas que me trae a la cabeza y al corazón, Just push play resulta para mí un intento para sorprender que pudo ser mucho mejor. Claro, no todo el disco permanece bajo ese mismo corte, porque definitivamente tiene cinco canciones que me gustan mucho, pero hay algo en su interior que no me convence del todo. Es como si tuvieras una buena pintura y reconocieras cinco líneas cesi perfectas, que son capaces de opacar el fondo del lienzo muy abruptamente.

Guns and Roses: Unplugged. No, no es mi disco. Tal vez tiene una que otra canción acústica bonita, y sin desmeritar la increíble voz de Axl Rose, hay una cadencia algo desesperada en el álbum. Es un conjunto de buenas canciones, cantadas en un buen tono, con buena disposición, pero aún así las siento carentes de fuerza. Ausentes de esa vitalidad que caracterizó siempre a los Guns and Roses y por eso lo ubico en esta lista. Para todos los demás trabajos, muchos aplausos.

The Smashing Pumpkins: Pisces Iscariot. Es una gran banda, es un gran disco y a pesar de esos dos puntos básicos, éste es un álbum que me cuesta un poco de trabajo escuchar por completo sin sentirme triste. Puedo poner el Adore a sonar las veces que sea y volverlo a repetir y cada vez sentirme capaz de acariciar la invisible entrega de un alma. Sin embargo, no puedo hacer lo mismo con el Pisces Iscariot. En este álbum, Billy Corgan parece tomar mi corazón entre sus acordes y apretarlo tanto que no puede bombear más sangre. Es un disco que me hace sentir una persona malvada, cruel, injusta. No soy del todo así, y de alguna forma cada vez que quiero escapar de lo mismo me pongo a escucharlo. Me recuerda que la soledad es mi compañera y no me gusta recordarlo. Si no me costara tanto, seguro que este trabajo me haría llorar con mucha frecuencia.

Coldplay: X&Y. Aunque tiene muy buenos temas, el conjunto del disco me resulta algo vacío. La genialidad de Chris Martin es tanta, que convirtió su anterior trabajo A rush of blood to the head en mi favorito durante largo tiempo. El X&Y es una buena compilación, pero no logra quitar la posición a esas canciones que me mantuvieron en un simpático lugar. La inocencia es tan importante como la madurez en cualquier cosa que se hace. Simplemente creo que le falta ese punto de transparencia a este álbum, es todo.

Enrique Bunbury: Los restos del naufragio. Sonará perverso, pero yo no encontré los restos, sólo hallé un naufragio. Muchas de las canciones del álbum suenan a prácticamente lo mismo, aunque las inspiren eventos diferentes. El enfoque en este trabajo de un personaje que me gusta en demasía, me deja como sin bases. Bunbury tiene entre sus manos una historia sumamente atractiva, que se cuela por mis poros cuando le escucho bailando con el enemigo, sácame de aquí, no me pidas ser tu amigo, si, aunque no sea conmigo e incluso su conocidísima lady blue. Espero que la próxima tragedia deje un poco más que trozos de madera flotando.

Alanis Morissette: So-called chaos. Al principio creí que de verdad era un caos completísimo y me gustó. No obstante, la calidad de la voz de Alanis no la veo tan explorada en este álbum. Es una de esas obras con mucha lírica bonita, pero que no me transmite con la melodía la intensidad de sus trabajos anteriores. Eso sí, rescato this grudge. De principio a fin.

Sería mucho más fácil si expusiéramos la razón por la cual un álbum nos gusta mucho. Claro que me imagino que gastaría muchas líneas intentando describir la emoción que una buena canción produce en mi presente. Por ahora está bien así. De Placebo busqué algo que no me gustara tanto, pero definitivamente no encontré nada con esas características. Sería negarme a mí misma, negar que me siento demasiado identificada con ellos, demasiado comprendida, tanto que podría asustarme. Quizá algún día explique el porqué. Que conste que traté. Muchas gracias por la invitación Piter, un reto bien interesante.

Invitados: quienes quieran hacerlo.

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