Tal vez

Su voz sonaba segura.
Seducía con su manera de hablar
a las personas presentes en aquel recinto.
Su genio estaba tocado
por espíritus graciosos, benditos.
Hubiera deseado emprender
una búsqueda más sumisa,
pero estaba desalentada.
Experimenté un entusiasmo desenfrenado,
cada frase dicha por sus labios,
sin cuidar la escasa vivacidad
de sus sentidos doblegados,
matizaba mis reacciones con pálidos
colores llenos de ofensas y gloria.
Me sentía culpable.
Amaba con honda pasión
a un ser casi terrenal,
extraño y a la vez artista.
Sentía mi piel su cercanía,
su estado generoso cuando se posaba a mi lado.
Insolencia!
Pretender que su amante corazón
se llenara de las dulzuras de mi alma,
cuando exigía con insistencia
romper los límites de la discreción,
llena de confusión aparente,
evadía sus furtivas miradas.
Conocía mi debilidad.
Por eso tomaba con sus ojos
imágenes mías protegidas del mundo
con mi recuperada aura,
las atrapaba, y sin quererlo
me atrapaba a mí, me negaba,
me hacía libre.

(Acompañamiento:
Angra - Wuthering heights)