Thursday, March 30, 2006

C...

Este es el post 100 de mi blog. Lamentablemente también es un día que me trae un triste recuerdo, porque hace seis años lo perdí. A él, mi mejor amigo, que con una bala atravesó su corazón y también el mío. C..., aún te recuerdo y aunque sé que algunas veces me acompañas, extraño oirte decir las cosas que sentías y me hubiera gustado decirte cuán importante eras y sigues siendo para mí... desde entonces, sentir es muy difícil y vivir muy doloroso. Te escibí una carta larga y sincera, e intenté llevártela hace dos años, pero tus restos ya no estaban, te habían exhumado. Quiero decirte que siento no haberte acompañado en el último momento. De verdad lo siento mucho.

Quisiera cumplir mi promesa, por eso hago esto. Es un acto simbólico, quiero dejarte ir en paz y sanar la herida en mi alma, porque ha sangrado tanto que ya no sé de donde sacar fuerzas para seguir. Y el alma de excelsa majestuosidad de esta carta, aún deambula en mis más nocturnas y sublimes pesadillas.

Marzo 30 de 2004 1:30 a.m.
C...: Hace cuatro años mi vida dio un giro radical. Mis fuerzas me abandonaron dejándome inerte y sola. La tristeza invadió mi alma de una forma desmesurada y decidió quedarse a vivir en medio de mi corazón. El miedo gobernó el pensamiento de las personas que me rodeaban.

Hace cuatro años sentí por vez primera el rompimiento del alma. Una pelea se convirtió en todos mis recuerdos y eliminó la alegría de mi rostro. Era de noche cuando trataba de imaginar la importancia de la situación. Quería llamarte pero no podía mostrarme débil. Siendo una niña aprendí a valorar y a querer a cada uno de los seres que me rodeaban. Estaba tan molesta por tu infantil actitud. No podía olvidar ninguna de tus palabras carentes de racionalismo. Tenías que notar mi ausencia en tu enredada vida. Sé que lo hiciste. Ese día hice que te sintieras el ser humano más desalmado de la tierra y no medí las consecuencias de mis filosas percepciones. Imagino que tú también te sentías mal por haber discutido conmigo algo tan tonto. Conocía tus debilidades como si fueran las mías porque eras un cristal transparente ante mis ojos. Nadie más en el mundo podía hacer que lloraras como yo lo conseguía.

La profundidad de mis miradas siempre te persiguió. Decías que mis ojos eran dagas que nadie podía someter. Fuiste un niño problema y siempre acudí a tu lado para mostrarte lo positivo de todas las situaciones. Solías decirme que era muy fuerte. Decías que mi valentía nacía del espíritu de una guerrera. Sabías que no existía nada en el mundo que pudiera derrotarme, a excepción de algunos pocos seres. Sabías también que nadie podía herirme tanto como yo misma. Sabías muchas cosas de mí, aunque nunca llegaste a conocerme realmente. Vislumbrabas a través de mis sonrisas la marcada diferencia entre la felicidad y la agonía. Me dijiste muchas veces que ibas a permanecer a mi lado para siempre. Demasiado pronto me acostumbré a ser tu protegida… Prometí no llorar.

Quizá no lo sepas, pero siempre te sentí cerca de mí. En todo el tiempo que compartí contigo, solamente una vez te dije que te quería. Ese día llorabas tan copiosamente que la escena parecía infernal. Las personas que pasaban notaban como una fortaleza se iba derrumbando y existía un ladrillo que intentaba mantener en pie el majestuoso monumento. Tú eras la fortaleza. Yo era el ladrillo. Creo que nadie sospechaba la magnitud de tus decisiones. Tal vez por eso nadie me avisó.

Ese día no tuvimos clase. Pensaba en ti tan insistentemente que llegué a convencerme de lo indiferente y egoísta que había sido con tus sufrimientos. Decidí llamarte para ofrecerte una disculpa y tenderte mi mano amiga, pero algo me contuvo. El día siguiente. Un viernes a las 6:30 de la mañana. Llegué primero al salón como siempre ocurría. Después llegó J.... El aire había multiplicado su densidad y el ambiente se tornaba melancólico. Entonces comenzó a llorar. Me acerqué y le pregunté: “¿Qué te ocurre? ¿Por qué estás tan triste? ¿Puedo ayudarte?”. Él levantó su cara y con su voz inconfundible me dijo: “R... se mató”. En mi cabeza hubo un silencio indescriptible. Dije “¿Quién?”. Y como no hallara un tónico para mi dolor, se levantó y sosteniendo por primera vez una de mis miradas me dijo “R... se mató. C..., tu amigo. ¿No sabías?”. Mi mundo se abrió en dos. Casi no reacciono. En un segundo mi mente se suspendió en un abismo. Un accidente. Sin querer recordé que te dije que no quería volver a verte nunca más y que tú me habías dicho que me ibas a librar de tenerte a mi lado. Cruzaron por mi cabeza tantas imágenes. Nunca he tenido una sensación de vacío tan absoluta, sentí que mi espíritu mismo me abandonaba. Desesperada, huí del derrumbe que se avecinaba sobre mí. En el colegio todos lo sabían, menos yo. No había sido un accidente, era suicidio.

Ninguno quería decirme cómo lo habías hecho ni dónde. Después del suicidio de D..., tú habías levantado mi fuerza y los demás lo sabían. Una técnica de muerte que yo adiviné. Cuando tuviste una de tus crisis, te dije que un balazo en el corazón no dolía más que cortarte las venas. Me odié en ese momento por haber jugado con tu cabeza. Me odié por tener tantas ideas suicidas en mi interior. Estaba convencida de que podrías soportar mis ideas amorfas y no imaginé ni por un instante que les tuvieras tanta convicción. Me lo relataron después. Un tiro en el corazón acostado en tu cama.

Es increíble que ni tu mamá ni tu hermana se hubieran aproximado para verte. Te vieron sonreír y les dijiste “Sonó algo afuera. No se preocupen, las amo.” C..., te dejaste morir. Te desangraste durante tres horas y no pediste ayuda. Ignoro qué querías decirme porque no quisieron entregarme la carta que dejaste para mí. Yo tampoco tenía derecho a reclamarla; al fin y al cabo, tu mamá me odiaba porque no entendía la razón por la cual me tenías más confianza a mí que a ella.

No fui a tu funeral ni a tu entierro. Hace cuatro años te suicidaste y no he ido al cementerio para verte ni una sola vez. No sé si quieras verme. Aún hoy no sé qué hubiera podido hacer para dejar a un lado mi culpa. Se me olvidaba decirte que todos me culparon. Después de D... y de ti, mis amigos me tenían miedo. Pero eso no me importaba. Hay algo tan irónico en esta historia. G... me brindó su apoyo pero no pudo esperar. Lo dejé morir. Me dijo tantas veces que no le hallaba sentido a su vida. Me advirtió tantas veces sobre su muerte. Pero su muerte fue diferente. Dio paz al alma de muchas personas, aunque de mi se llevó lo último que me quedaba.

Me cerré al mundo y empecé a utilizar máscaras para no herir a más seres, para evitar que los demás continuaran juzgándome. Imagina una niña de quince años que siente la alegría en sus manos, corriendo por sus venas. Una niña que padece el drama de ver a sus tres mejores amigos suicidarse sin darle tiempo para recuperarse. Una niña que se convirtió en mujer, se convenció al mismo tiempo de su facilidad para herir y creyó que no podría salir de su infierno nunca.

Quiero decirte que aún con todo en contra, esa mujer encontró cuatro años después un alma de excelsa majestuosidad que secretamente le da fuerza, la motiva a dejar atrás su pasado y entregarse a una nueva vida. Quiero que sepas que en este momento, la mujer escondida siente deseos de salir a la superficie para seguir adelante sin dolor. C..., quiero que sepas que tu muerte trajo soledad a mi vida como nunca había imaginado. No voy a olvidarte, pero desde este momento voy a dejar que descanses en paz y que vivas en mi memoria. Esa mujer ya encontró su inspiración.

Mary

(Acompañamiento:
Evanescence - My immortal)

Monday, March 27, 2006

Prodigio

Anoche creí verte. Pensé que estabas ahí porque sentía frío y tenía miedo. No veía tu cabello en llamas. Sólo escuchaba el latir torpe de un corazón. Del tuyo, quizá. Comenzaron a sonar murmullos lentos, que intentaban comerse todo a mi alrededor, ensordecer el espacio. Caminabas ebrio, entre ciegos vestidos de colores pastel, con alas escarlata y zapatos transparentes. Antes, yo ya había transitado por ese camino. Tú llevabas una caja en tus manos. Era un regalo. Para mí. Me traías sus restos, los de esa imagen que durante un tiempo trastornó mi malicia, me hizo pensar en sus intenciones y en sus ideales. Estaban intactos, aunque no pude tocarlos. Estuve todo el tiempo preguntándome acerca de lo que ya dejaba de ser obvio. Quería arañar cada retazo de su cuerpo, para ayudarte a extinguirla, a olvidarla. No lo conseguí. Tú deseabas más que nada seguir llevando entre tus manos la culpa y la venganza, no te desprendías de su delirio insano y helado. Giraba alrededor de cada paso tuyo, otro espectro, un duende, parecido en su esencia a esas criaturas sin forma que asustaban tu rostro angelical cuando dormías tranquilo en los días de tu infancia. Requerías correr entre sombras para enmudecer mis voces, tan variadas como los colores que tiene en septiembre el lejano mar.

(Acompañamiento:
Placebo - Running up that hill (Kate Bush cover))

Running up that hill

It doesn't hurt me
you wanna feel how it feels?
you wanna know, know that it doesn't hurt me?
you wanna hear about the deal I'm making?
you (be running up that hill)
you and me (be running up that hill)

And if I only could,
make a deal with God,
and get him to swap our places,
be running up that road,
be running up that hill,
be running up that building
if I only could, oh oh

You don't want to hurt me,
but see how deep the bullet lies
unaware that I'm tearing you asunder
there is thunder in our hearts, baby
so much hate for the ones we love?
tell me, we both matter, don't we?

You, (be running up that hill)
you and me, (be running up that hill)
you and me won't be unhappy

And if I only could,
make a deal with God,
and get him to swap our places,
be running up that road,
be running up that hill,
be running up that building,
if I only could, oh oh

C'mon, baby, c'mon, c'mon, darling,
let me steal this moment from you now
c'mon, angel, c'mon, c'mon, darling,
met's exchange the experience, oh

And if I only could,
make a deal with God,
and get him to swap our places,
be running up that road,
be running up that hill,
with no problems

And if I only could,
make a deal with God,
and get him to swap our places,
be running up that road,
be running up that hill,
with no problems

If I only could, be running up that hill
if I only could, be running up that hill
if I only could, be running up that hill
if I only could, be running up that hill
if I only could, be running up that hill
if I only could, be running up that hill
if I only could, be running up that hill

Saturday, March 25, 2006

Vyl

Inicialmente publicado el 23 de octubre de 2005, rescatado hoy por un ataque de cordura al revés.
Feroz. Es la crueldad del vacío lo que inspira la soledad. Dentro de mi corazón eres mío, desde antes de nacer. Haces parte de mi naturaleza, de mi alma beata, de mi espíritu devoto, misterioso. Tiendes tus brazos, e intento llegar a ellos antes de apagarme. De alguna manera te veré, creceré contigo a través de cada sonrisa, de cada latido. Soñarás cada noche con tu esclava, te condeno para siempre, tal como yo me he culpado. Atada a ti inmortalmente. Sin notarlo, yo soy quien absorbe tu vida, tus pasos. He tenido suerte al verte así, de frente. Me pertenecen tus descansos, dueño de mi historia. No hay nada más. Tú y yo, resurgiendo de las cenizas más oscuras que el ébano, tocando sigilosamente con flechas de acero tu armadura para clavar una sentencia en mi pecho. Tus ojos, más que azules por la inmensidad de tu universo, guían mis pasos. Espérame antes de destruir tu apariencia en el talante nocturno de las estrellas. Es el vacío lo que me inspira para amarte.

No te asustes.

(Acompañamiento:
Saybia - The day after tomorrow)

The day after tomorrow

Please tell me why do birds
sing when you're near me
sing when you're close to me
they say that I'm a fool
for loving you deeply
loving you secretly

But I crash in my mind
whenever you are near
getting deaf, dumb and blind
just drowning in despair
I am lost in your flame
it's burning like a sun
and I call out your name
whenever you are gone

Please tell me why can't I
breathe when you're near me
breathe when you're close to me
I know, you know I'm lost
in loving you deeply
loving you secretly
secretely

But I crash in my mind
whenever you are near
getting deaf, dumb and blind
just drowning in despair
I am lost in your flame
it's burning like a sun
and I call out your name
whenever you are gone

Tomorrow
(say it all tomorrow) I'll say it all tomorrow
(say it all tomorrow) or the day after tomorrow
(say it all today) I'm sure I'll tell you then

But I crash in my mind
whenever you are near
getting deaf, dumb and blind
just drowning in despair
I am lost in your flame
it's burning like a sun
and I call out your name
the moment you are gone

Wednesday, March 22, 2006

Caída

Pero, ¿qué esperabas ver si habías acabado en mis ojos el color? Destruiste sus tonos avellana, agrietaste la esperanza. Creo que no permití que nadie me hiriera antes. Entendí un poco tarde que nunca habías amado, nunca, pero quizá siempre había existido tu etérea presencia en la mitad de esta angustia.

Aunque no te puedo descubrir oculto tras mis sombras, he intentado enterrar mi vida entre tus manos. Eso dije antes de dar la vuelta y decir adiós. No me digas entonces porqué sufres.

Monday, March 20, 2006

Sonrisa

Estás hoy un poco lejos. No he dicho últimamente las cosas lindas que leo en tu cabeza. Me gusta invadirte sin que te enteres, pensarte siempre, todo el tiempo. Es mía la experiencia de delinear tus labios con mis pestañas. No continúes balanceándote con alegría desenfrenada, mejor sonríe cuando lo necesito. No quiero que estés triste cuando yo lo esté, porque mis oscuros pensamientos te encerrarán en sus redes y quitaran de tu cuerpo el movimiento extraño que besa tus pasos, estarás descuidado, distraído observando los túneles que tienes al frente y yo aprovecharé para quitarte ese don precioso que es tu sonrisa.

(Acompañamiento:
Brian Molko and Jane Birkin - Smile)

Smile

[Brian Molko]
Don't stare at your face with your nose out of place
at the wrinkles where zits used to be
and remember that smiling uses less muscles
and frowning just makes you look ugly

[Brian Molko and Jane Birkin]
So smile, smile
and the whole world will smile with you
so smile, baby, smile
if the whole world just had a clue

[Jane Birkin]
Don't mess with your man when he's selling you grams
he would kill you for less and then smile
and don't curse at a whore as you open the door
cos' your service won't be with a smile

[Brian Molko and Jane Birkin]
So smile, smile
and the whole world smiles with you
and smile, baby, smile
if the whole world just had a clue

[Brian Molko]
Don't sneer at your doctor or Gamble and proctor
cos' they're just pawns in the game

[Jane Birkin]
The perfect prescription is one that you're given
it's filled out in Jesus' name

[Brian Molko]
Don't be scared of your preacher cos' hes just a leech
he's too busy cruising your ass

[Jane Birkin]
There's a verse in the Bible
that says we're all liable
for everything that comes to pass

[Brian Molko and Jane Birkin]
So smile, smile
and the whole world smiles with you
so smile, baby, smile
if the whole world just had a clue
so smile, smile
smile, smile
smile, smile

Friday, March 17, 2006

2

Cuando escribí mi primer libro, mi gran amigo Juan Diego, me regaló cuatro de sus poemas para ser incluidos. Éste es el segundo de sus obsequios.

Quiero amarte. Quiero sentir entre mis brazos tu cuerpo desnudo, tocar tus sueños, acariciar tu mirada, quiero mostrarte mis esperanzas y compartir las tuyas. Quiero besarte. Quiero que los dos nos escapemos del tiempo y matarnos de felicidad en una estrella invisible.

Quiero que huyamos del futuro, inhabilitemos el presente, nos amemos con las uñas, con los dientes. Que olvidemos la gente, profanemos las nubes y hagamos el amor en medio de un río de miel por años y siglos. Hoy te quiero como nunca o como siempre, como un niño o como un viejo. Te quiero sin prejuicios y sin miedos. Quiero que me encierres en tu mundo, vivir en tu cuerpo, y morirme en tus dedos. Te quiero mía, y me quiero tuyo. Ser uno en el tumulto, acompañar la soledad, sobrevivir en el tiempo. Te amo, y punto.

Juan Diego

Thursday, March 16, 2006

Andrés

Mientras el tibio olor de su miedo se hacía más fuerte, él me miraba impaciente. Me enternecía su sonrisa de juguete y sus manos aventureras. Se acercaba con pasos restringidos a suelos imaginarios tratando de introducir una elegante aparición. Sin saberlo, lograba acomodar una vida y borrar un problema simplemente por existir. Pero aún así, sabía que no podía mantenerse erguido ni tranquilo. Su corazón latía fuerte, rápido y seguro. Por eso me causaba curiosidad. Lograba su cuerpo controlar la fuerza que estaba a punto de abandonar tan majestuoso monumento. En cada nueva distancia recortada, la imagen simple de su espíritu se volvía una silueta del pasado. Sin embargo, continuaba. Él seguía adelante, acercándose a mi y dando sus primeros pasos.

(Acompañamiento:
The Smashing Pumpkins - Mellon Collie and the infinite sadness)



Hoy quiero presentarles al ser humano que más instantes de felicidad ha traido a mi vida. Es mi primo, se llama Andrés. Nació el 13 de septiembre del 2000 a las 5:40pm (a la misma hora que nací yo, que coincidencia), con pocas probabilidades de vivir puesto que el cordón umbilical rodeaba cuatro veces su delicado cuello. Aún recuerdo esa larga noche, no pude dormir. Sólo quería que estuviera bien. Sobrevivió, un niño fuerte dijeron. Lo conocí cuando los doctores lo permitieron, a los diez días de su nacimiento, unos días antes de cumplir mis 16.

Su presencia en mi vida cambió muchas cosas, me devolvió las ganas de seguir adelante. Es un niño muy inteligente, siempre lo ha sido. Cuando tenía un año, me mostró un dibujo en el que un niño permanecía al lado de su mamá mientras su papá salía con un maletín de su casa. En su tierno lenguaje me dijo: "May, así me abandonó mi papá"... con un año, en su cabecita ya tenía esa triste imagen. Siempre me hizo reir que me dijera May y no Mary, incluso ahora se divierte llamándome así. Es un niño muy especial, ama los Guns and Roses desde que tenía dos años y veía a Axl Rose brincando en los conciertos, dejándose llevar por las notas y a él le gustaba. Menciono esto porque es una característica muy especial en una personita tan frágil.

Andrés me ha cautivado de mil formas. La sensibilidad de su mirada cuando se siente triste y me llama para preguntarme cómo me fue en la universidad o simplemente para decirme cómo le fue a él en el colegio. Esos detalles de su vida que lo mantienen tan cerca de mi. Esa época en la que se reveló y se cambió su apellido por el mío, alegando que quería ser mi hermano.
La primera vez que se deprimió. Los días en los cuales se quedaba a dormir en mi casa, conmigo y no quería irse después. La inmensa alegría que me da sacrificarme por él y sentirlo cerca. La absoluta confianza que tiene en mi. Estoy un poco melancólica con este asunto, han sido tantas cosas, tan lindas, tan bellas, que me es imposible no sentirme llena de recuerdos. No estoy triste. No cuando pienso en él y me doy cuenta del lugar tan importante que tengo en su vida.

He estado presente en cada etapa de su vida y seguiré a su lado siempre. Después de muchos años, por fin puedo poner este escrito, dejar que él lo lea y que escoja la foto que lo va a acompañar. Hoy él sabe que lo amo con todas las fuerzas de mi alma y que atrapó mi corazón desde el momento en que apretó con sus manitos las mías. Te adoro Andrés.