Siguiendo la invitación de Piter, presento siete cosas de mi vida que se habrían quedado sin ser confesadas:
1. Soy muy perceptiva. Siempre miro a los ojos a las personas. Me encanta que no puedan sostenerme la mirada, aunque eso a veces me hace sentir despiadadamente malvada. Me gusta hablar con los ojos y con eso doy la impresión de ser demasiado fuerte. En ocasiones no lo soy tanto. Me libero escribiendo, leyendo y cantando. Mis tres pasiones.
2. Nunca me he enamorado. En toda mi vida solamente me han gustado tres personas. El primero fue una traga fugaz como de un mes. El segundo se enteró, pero creo que no le importó mucho. El tercero es cuatro años menor que yo. Todos tienen ese algo que no sé describir pero si sé interpretar. Va a sonar extraño y quizá sea mi confesión más profunda en este post: nunca he dado un beso, ni siquiera he tenido a quién dárselo. No es que pida mucho en alguien, es sólo que a pocos les permito acercarse. Soy muy cautelosa, temo herir a las personas, por eso me alejo.
3. Empecé a leer cuando tenía tres años. A los cuatro leía tan perfectamente, que ya había consumido la gran parte de mi inmensa biblioteca y practicaba con libros de Criminalística que me daba mi papá. Algunas personas se aterraban, pero nunca lo vi tan mal. Me imagino que a esa edad apenas sabía reconocer los crímenes y estaba interesada en leer. Nada más. A los seis años ley "Crimen y Castigo". De este gusto prematuro por los libros se derivó un hábito que aún hoy mantengo: no puedo dormir si no leo por lo menos veinte minutos alguna obra. Lo he intentado, pero no puedo.
4. Confieso que soy una persona muy radical. Cuando algún amigo que aprecio me hace daño, simplemente olvido. Intento perdonar también. Así de fácil. No me cuesta deshacerme de sentimientos de cariño, ni de rostros, ni de recuerdos a no ser que sean de mi familia y de mis amigos más cercanos. Tengo una tendencia marcada hacia la frialdad. Muy, muy marcada.
5. Soy muy obsesiva con las cosas que me gustan. Adoro la música de Placebo, así que tengo todas y cada una de las canciones que han hecho. También tengo cada uno de sus videos (singles, conciertos y acústicos) que suman como 200. En mi colección hay alrededor de 3000 fotos de Brian Molko y otras tantas de la banda. Todo esto se resume en: si algo me gusta mucho, hago lo posible por tenerlo todo de ese algo. A veces es bueno, a veces no tanto.
6. Me gustan las series de anime, así que hubo una época de mi vida en que no las dejaba de ver. Cuando era pequeña vi seis veces la serie completa de Candy y una vez la de Sailor Moon. He dicho que soy algo obsesiva, así que confieso que tenía un cuaderno en donde escribía el nombre del capítulo y un breve resumen del mismo.
7. He peleado tres veces en mi vida con niñas que no conozco. La última vez fue en la Universidad, formaron algo que se llamó "El club de la pelea" (inspiración de la película). Se reunían todos los viernes, algunos se animaban a retar a otros, se ponían guantes y tenían su espacio de esparcimiento y liberación de la ira. La verdad yo no pertenecía al club, no me parecía la mejor forma de distraerse. La primera vez que fui a un encuentro una nena me retó. Todos estaban animados y después de una larga insistencia, decidí aceptar. Comenzamos a pelear. La verdad, ella comenzó a mandar puños a diestra y siniestra, pero a mí me daba susto golpearla. En un descuido, me pegó en la boca. No sangró, pero dolió. Así que simplemente le mandé un puñetazo. Le reventé la nariz, le torcí el tabique, la hice caer y se pegó durísimo en la cabeza. Quedé como la campeona del torneo, pero prometí nunca volver a pelear con nadie. No sabía que tenía tanta fuerza.
Mis invitados: Rodolfo, Gloqui y Eyewitness. En espera de que acepten.
1. Soy muy perceptiva. Siempre miro a los ojos a las personas. Me encanta que no puedan sostenerme la mirada, aunque eso a veces me hace sentir despiadadamente malvada. Me gusta hablar con los ojos y con eso doy la impresión de ser demasiado fuerte. En ocasiones no lo soy tanto. Me libero escribiendo, leyendo y cantando. Mis tres pasiones.
2. Nunca me he enamorado. En toda mi vida solamente me han gustado tres personas. El primero fue una traga fugaz como de un mes. El segundo se enteró, pero creo que no le importó mucho. El tercero es cuatro años menor que yo. Todos tienen ese algo que no sé describir pero si sé interpretar. Va a sonar extraño y quizá sea mi confesión más profunda en este post: nunca he dado un beso, ni siquiera he tenido a quién dárselo. No es que pida mucho en alguien, es sólo que a pocos les permito acercarse. Soy muy cautelosa, temo herir a las personas, por eso me alejo.
3. Empecé a leer cuando tenía tres años. A los cuatro leía tan perfectamente, que ya había consumido la gran parte de mi inmensa biblioteca y practicaba con libros de Criminalística que me daba mi papá. Algunas personas se aterraban, pero nunca lo vi tan mal. Me imagino que a esa edad apenas sabía reconocer los crímenes y estaba interesada en leer. Nada más. A los seis años ley "Crimen y Castigo". De este gusto prematuro por los libros se derivó un hábito que aún hoy mantengo: no puedo dormir si no leo por lo menos veinte minutos alguna obra. Lo he intentado, pero no puedo.
4. Confieso que soy una persona muy radical. Cuando algún amigo que aprecio me hace daño, simplemente olvido. Intento perdonar también. Así de fácil. No me cuesta deshacerme de sentimientos de cariño, ni de rostros, ni de recuerdos a no ser que sean de mi familia y de mis amigos más cercanos. Tengo una tendencia marcada hacia la frialdad. Muy, muy marcada.
5. Soy muy obsesiva con las cosas que me gustan. Adoro la música de Placebo, así que tengo todas y cada una de las canciones que han hecho. También tengo cada uno de sus videos (singles, conciertos y acústicos) que suman como 200. En mi colección hay alrededor de 3000 fotos de Brian Molko y otras tantas de la banda. Todo esto se resume en: si algo me gusta mucho, hago lo posible por tenerlo todo de ese algo. A veces es bueno, a veces no tanto.
6. Me gustan las series de anime, así que hubo una época de mi vida en que no las dejaba de ver. Cuando era pequeña vi seis veces la serie completa de Candy y una vez la de Sailor Moon. He dicho que soy algo obsesiva, así que confieso que tenía un cuaderno en donde escribía el nombre del capítulo y un breve resumen del mismo.
7. He peleado tres veces en mi vida con niñas que no conozco. La última vez fue en la Universidad, formaron algo que se llamó "El club de la pelea" (inspiración de la película). Se reunían todos los viernes, algunos se animaban a retar a otros, se ponían guantes y tenían su espacio de esparcimiento y liberación de la ira. La verdad yo no pertenecía al club, no me parecía la mejor forma de distraerse. La primera vez que fui a un encuentro una nena me retó. Todos estaban animados y después de una larga insistencia, decidí aceptar. Comenzamos a pelear. La verdad, ella comenzó a mandar puños a diestra y siniestra, pero a mí me daba susto golpearla. En un descuido, me pegó en la boca. No sangró, pero dolió. Así que simplemente le mandé un puñetazo. Le reventé la nariz, le torcí el tabique, la hice caer y se pegó durísimo en la cabeza. Quedé como la campeona del torneo, pero prometí nunca volver a pelear con nadie. No sabía que tenía tanta fuerza.
Mis invitados: Rodolfo, Gloqui y Eyewitness. En espera de que acepten.
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